En general, los instrumentos musicales de las escuelas de música en Gijón tocados con arco surgen en Europa en torno al año 900 d. C., siendo los antecesores del violonchelo el rebec, el violín medieval y el renacentista y la viola da braccio (viola de brazo). En un principio se llamaba violoncino o violone, pero es a finales del siglo XVII cuando adopta la denominación de violoncello en italiano.

Los primeros violonchelos se elaboraron en el siglo XVI y eran usados para acompañamiento y complemento del bajo, si bien en los siglos XVII y XVIII se empiezan a usar como instrumento solista.

En las escuelas de música de Gijón nos recuerdan que el violonchelo o cello es un instrumento de cuerda frotada que se toca sentado y que pertenece a la familia del violín. Está hecho de madera y tiene cuatro cuerdas fabricadas de acero y de otros materiales sintéticos, mide unos 70 centímetros de largo. Un buen violonchelo debe de estar fabricado de madera de arce y abeto, debe ser tallado a mano, siendo esto muy importante para que el sonido sea de calidad, y las clavijas han de estar hechas de ébano.

Las partes de un violonchelo son las siguientes: la barra de bajos, los combates y la cintura, el puente, la varilla, las efes, el cuello o mástil, la nuez, el clavijero, las costillas, el pergamino, el poste de sonido, las cuerdas, el cordal, el cuerpo y el arco.

El violonchelo es un instrumento que puede resultar difícil de tocar. Lo cierto es que no es imposible, pero debemos de estudiarlo en profundidad en una escuela musical de garantías como la nuestra, A.C.A. Escuela de Música. Es un proceso en el que se requiere que el estudiante desarrolle un buen oído y resulta una tarea más fácil para aquellas personas que tienen experiencia en la lectura de notas y ritmos.