La estimulación musical temprana en niños que fomentamos en escuelas de música en Gijón como la nuestra conlleva un sinfín de efectos beneficiosos para los más pequeños. Y no es que lo digamos solo los profesionales de la enseñanza musical -por si alguien suspicaz piensa que somos parte interesada- lo corrobora la comunidad científica internacional.

La educación musical temprana en los niños, que suele empezar entre los dos y los cinco años, contribuye a desarrollar su coordinación motriz con movimientos de asociación y disociación, de equilibrio, de marcha, etc., así como a desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos, recordándolos y reproduciéndolos.

Las escuelas de música de Gijón sabemos también que la educación musical a edades tempranas ayuda a desarrollar la locución y la expresión oral mediante la articulación, la vocalización, el control de la voz, además de a controlar la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto.

En lo relativo al campo emocional y cognitivo la música refuerza la autoestima en los más pequeños y los ayuda a adquirir pautas de conducta que facilitan su integración con las demás personas y el entorno. Asimismo, a través del ritmo los niños liberan su energía contenida y ganan en tranquilidad. La música también desarrolla capacidades intelectivas como la memoria, la concentración, la atención y la compresión, la agilidad mental…

Una vez que los más pequeños han pasado por esta etapa de iniciación musical, el siguiente paso es que comiencen a tocar algún instrumento. En nuestro centro autorizado y reconocido, A.C.A. Escuela de Música, impartimos clases de danza y de interpretación, y enseñamos a niños de todas las edades a tocar el instrumento que a ellos les guste.