La estimulación musical temprana en niños que fomentamos en escuelas de música en Gijón como la
nuestra conlleva un sinfín de efectos beneficiosos para los más pequeños. Y no
es que lo digamos solo los profesionales de la enseñanza musical -por si
alguien suspicaz piensa que somos parte interesada- lo corrobora la comunidad
científica internacional.
La educación musical temprana en los niños, que suele
empezar entre los dos y los cinco años, contribuye a desarrollar su
coordinación motriz con movimientos de asociación y disociación, de equilibrio,
de marcha, etc., así como a desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo
sonidos, recordándolos y reproduciéndolos.
Las escuelas de
música de Gijón sabemos también que la educación musical a edades tempranas
ayuda a desarrollar la locución y la expresión oral mediante la articulación,
la vocalización, el control de la voz, además de a controlar la respiración y
las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto.
En lo relativo al campo emocional y cognitivo la música refuerza
la autoestima en los más pequeños y los ayuda a adquirir pautas de conducta que
facilitan su integración con las demás personas y el entorno. Asimismo, a
través del ritmo los niños liberan su energía contenida y ganan en tranquilidad.
La música también desarrolla capacidades intelectivas como la memoria, la
concentración, la atención y la compresión, la agilidad mental…
Una vez que los más pequeños han pasado por esta etapa de
iniciación musical, el siguiente paso es que comiencen a tocar algún instrumento.
En nuestro centro autorizado y reconocido, A.C.A.
Escuela de Música, impartimos clases de danza y de interpretación, y
enseñamos a niños de todas las edades a tocar el instrumento que a ellos les
guste.
La estimulación musical temprana
25/02/201525 de Febrero de 2015
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